El marido se va de viaje mañana para trabajar el fin de semana. ¡¡¡Y se quiere llevar mi cámara nueva!!! ¿¿¿Pero qué se ha creído??? Grrrrr, y yo que soy altamente envidiosa con mis cositas, especialmente mis gadgets (y sobre todo la cámara nueva, ¡la consentida del momento!), pues ME RESISTO. No y no y no.

Por eso le dije que se comprara esa cámara chafita de Olympus que vendían en Costco... Ya, ya sé. Qué mal me estoy viendo. No me importa. Si es que además tiene unas manitas que híjole. :(

Mi única esperanza es fingir demencia (léase estado de somnolencia total) y que con las carreras de irse tempranísimo se le olvide [insértese aquí risa maligna].