Hasta ahora he estado escribiendo bastante light en la bitácora esta, como tanteando terreno. Ha sido más que nada una especie de sitio de comentarios, una que otra foto y sanseacabó. Esto tiene varias razones de ser; primero, que me gustan las fotos, mucho, y me encanta poder pegarlas en algún sitio y poder verlas allí. Segundo, me gusta hacer comentarios para poder leerlos después. Vamos, que ha sido por y para mí, pero siempre con la idea de que cualquiera más podría leerlo (lo cual, hasta donde sé, no debe ser motivo de preocupación: ¡no me leen ni las moscas!). Claro que, por otro lado, si realmente no quisiera que nadie me leyera lo habría hecho privado y fin del asunto.
Luego, para entender la razón de fondo, basta saber que esta onda de los blogs es totalmente contraria a mi naturaleza. Soy una persona muy tímida. Mucho. Soy de esas personas que hablan poco y prefieren ver y escuchar con atención a su alrededor. La mayor parte del tiempo prefiero pasar desapercibida. Y eso cuando salgo; porque soy una verdadera ermitaña en medio de la ciudad. Tengo la fortuna (o desgracia, según se vea) de tener un trabajo que me permite hacerlo en casa, todo a través de Internet y correos electrónicos. Como consecuencia, salgo poquísimo. Me gusta estar sola y dedicarme a mis cosas: leer, escuchar música, dibujar, tomar fotografías, ver películas, etc.
No me considero una persona aburrida, es sólo que es difícil darse cuenta debido a mi introversión. Entonces, venir de repente con la idea de escribir sobre mis cosas, expuesto a todo el mundo, pues la verdad me parece extrañísimo. Sobre todo porque es gente a la que no veo, o sea, no puedo medir su reacción y decidir si sigo, me freno o de plano me regreso. Lo gracioso es precisamente eso, ¿por qué habría de importarme lo que pueda pensar alguien que no me conoce y de cuya existencia bien podría nunca llegar a saber?
1 comentario:
JA! simón, es curioso pero a la vez es bien neto, porque los que nunca hablan con nadie, los introvertidos de toda la vida, como yo, somos los que terminamos revelándonos al mundo a través de estas cosas llamadas blogs.
Bueno aunque a toda regla existe una excepción, por ahí anda cada escandaloso (a) que su personalidad está igual de cachiruleada que su blog, siempre queriendo llamar la atención de la pobre humanidad a como dé lugarm, terrible, terrible, como dicen algunos: calladito te ves más bonito (a).
Publicar un comentario