sábado, marzo 12, 2005

Hoy no quiso arrancar el coche. Chale. Ya ni mi pobrecito y fiel Atlantic (modelo '86) me hacía estos panchos. Tss, quesque la batería ya valió. Si apenas tiene 4 años, qué fastidio.

Pero no todo fue malo. La verdad oscura que sólo revelaré aquí entre tú y yo es que tenía puestas mis esperanzas en que pasara eso. Y es que ya me iba muy cuca a un baby-shower. Y como ya se sabe lo que me fascinan... (yeah, right). Pues 'ora sí que salvada por la campana. Me dio pena con mi amiga la organizadora, es la pura verdad, pero en mi defensa diré que sí tenía toda la intención de ir, ya estaba totalmente resignada en el coche con mis cositas y todo y, fatalidad de fatalidades, nada, que el motor muerto.

Lo que sí fue un verdadero fastidio, es que me tuve que chutar el discurso completito tomado directamente del capítulo 5, Porqué hay que darle mantenimiento preventivo al coche, del Manual Oficial de Procedimientos o Hay dos formas de hacer las cosas: mal o a mi manera™. Con análisis de situaciones hipóteticas tipo "worst case scenario" y toda la cosa. Neta que el hubby es a veces (pero sólo a veces, ¿eh? No vayan a creer...) a royal pain in the ass.

Pero miento, miento; no fue un fastidio total; la verdad es que me cuesta trabajo mantener la cara seria y no reírme en la parte de las situaciones hipotéticas. Nada, simplona que soy a veces. En fin.

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