En la tarde hice el osazo de mi vida. Bueno, no, no tanto. Pero sí me dio vergüenza, chale, hasta sentí como me ponía como manzana, roja roja (hacía siglos que no me pasaba eso, jaja).

Nada, pues sucede que un monín que conozco de flickr tiene una página aparte con fotos y un blog, pero a ellas llegué haciendo labor detectivesca, porque él no tiene ningún link en su perfil de flickr. Aclaro que fue sin malicia ni intenciones raras, nomás porque siempre soy curiosa (metiche, pues) y el cuate me cae bien.

Bueno, pues hace unos días el hombre se quejaba de que no sabía si alguien lo visitaba o no porque nadie dejaba comentarios; así que le dejé un comentario anónimo para que se sintiera mejor. Bueno, pues todo bien hasta hoy, que dejé otro mensajito, y ¡zas! Haloscan, por algún motivo oscuro y desconocido y a pesar de que borré los datos llenados automáticamente en las casillas, puso el (por ahora ex) url de esta página! Chale, en cuanto lo visitara se iba a dar cuenta de quien soy. :">

Igual exagero, no supongo que a él le molestaría que yo viera sus otras páginas (con las mismas fotos de flickr, debo decir), pero la neta me da vergüenza que piense que soy una stalker. Porque de que tuve que andar buscando para dar con esas páginas, pos ni negarlo.

Así que como loca corrí a cambiar el url de este blog, lo cual me arruina un montón de cosas. Y de todas formas, google me hace el favor de guardar todo en caché, o sea que igual mis esfuerzos son infructuosos. Ni hablar. Ya me enteraré si/cuando me deje de "dirigir la palabra"... malnacido haloscan.